SANTO DOMINGO.- Las autoridades de Bali, el destino turístico más emblemático de Indonesia, analizan la prohibición de Airbnb y otras plataformas de alquiler vacacional ante el fuerte incremento del turismo internacional, que continúa alcanzando cifras récord pero amenaza con desbordar la capacidad de la isla. La iniciativa busca detener la expansión de viviendas privadas destinadas al turismo, un fenómeno que en los últimos años ha generado tensiones económicas y sociales.
De acuerdo con datos preliminares de la administración regional de Bali, el número de villas y pensiones privadas ha crecido de manera acelerada, muchas de ellas operando sin registro oficial, lo que limita la capacidad del gobierno para recaudar impuestos y financiar servicios públicos esenciales. Esta proliferación ha derivado en una notable erosión en los ingresos del sector hotelero tradicional, que históricamente ha sostenido el desarrollo turístico de Bali.
El sector hotelero ha advertido que el auge de los alojamientos no regulados está alterando la competencia y reduciendo su cuota de mercado. Para las autoridades, la falta de regulación dificulta garantizar estándares de calidad, seguridad y fiscalidad, factores clave para mantener la competitividad turística de la isla.
Los responsables locales consideran que la limitación o eventual prohibición de estas plataformas permitiría restablecer un mercado más equilibrado, evitando la saturación de zonas residenciales y asegurando que el flujo de visitantes contribuya equitativamente al financiamiento público.
Un debate que crece en plena expansión turística
Bali continúa atrayendo a millones de viajeros del sudeste asiático, Europa y Australia. Sin embargo, el incremento constante de visitantes ha puesto bajo presión la infraestructura, los recursos naturales y los servicios urbanos, problemas agravados por la operación de alojamientos ilegales que escapan a la planificación y a los controles.
El anuncio ha generado debate entre residentes, empresarios turísticos y expatriados que dependen del modelo de alquiler vacacional. Mientras algunos piden una regulación más estricta pero flexible, otros reclaman medidas contundentes para evitar un deterioro progresivo del entorno y de la calidad de vida local.
Hacia un modelo turístico más sostenible
Las autoridades balinesas subrayan que el objetivo no es frenar el crecimiento turístico, sino avanzar hacia un modelo más sostenible, regulado y beneficioso para la comunidad local. La propuesta continuará en evaluación durante los próximos meses y podría marcar un punto de inflexión en la gestión turística de Indonesia.
Una decisión final podría reconfigurar la industria turística de Bali y convertirse en referencia para otros destinos del sudeste asiático que enfrentan desafíos similares.


