El empresario español destaca el buen momento que vive el país en desarrollo inmobiliario.
SANTO DOMINGO.- El empresario David Martín, CEO de Zoemar Luxury Development, destacó el auge que experimentan las inversiones en la República Dominicana, asegurando que el país vive uno de los momentos más favorables de su historia reciente en materia de inversión y desarrollo.
Martín afirmó que el momento actual es excepcional para los desarrolladores. “Yo digo que estamos de moda, ¿no? Es el mejor momento”, expresó al destacar que la estabilidad política, jurídica y económica ha convertido al país en un destino ideal para proyectos inmobiliarios. Señaló que estos factores han fortalecido la confianza de empresarios nacionales e internacionales.
Según explicó, la combinación de bienestar, clima de negocios y seguridad jurídica ha hecho que inversionistas extranjeros trasladen capitales a mercados dominicanos. “Invito a los desarrolladores e inversores extranjeros que vengan a la República Dominicana, que es un país muy estable”, sostuvo. Agregó que muchos llegan primero como compradores y luego deciden convertirse en desarrolladores.
Historias de inversión que evidencian confianza
El CEO de Zoemar Luxury Development compartió un caso que ilustra la magnitud del atractivo del país. Relató que un inversionista español llegó con la intención de adquirir entre 20 y 40 unidades, pero terminó expandiendo su apuesta. “De venir a comprar 20 unidades… terminó comprando más de 200 habitaciones para un proyecto en Cap Cana”, narró. Destacó que este inversionista hoy desarrolla otro proyecto que supera las 400 unidades.
Martín subrayó que ese proceso ocurrió en apenas dos años, demostrando el nivel de credibilidad del país. “Para que veas cómo confían en República Dominicana… un ejemplo más real que ese no hay”, afirmó. Señaló que la confianza ha sido tan alta que el empresario trasladó a su familia para residir en la nación dominicana.
En cuanto a su propia experiencia, el CEO recordó que llegó hace varios años atraído por oportunidades puntuales, pero rápidamente encontró un mercado en expansión. “Además, de aquí no me voy… yo vine a quedarme”, dijo. Indicó que esta permanencia envía un mensaje de seguridad a los compradores que buscan respaldo en quienes desarrollan los proyectos.
Señaló que, aunque el auge del mercado se consolidó a partir de 2015, hoy la actividad inmobiliaria vive una de sus etapas más vibrantes. “Actualmente pueden venir inversores de varias ramas… el recorrido o el negocio que hay aquí no lo hay en muchos países”, aseguró. Explicó que el desarrollo ha sido continuo y ha permitido que distintos segmentos del sector encuentren espacio para crecer.
El empresario insistió en que República Dominicana atraviesa un ciclo positivo que debe ser aprovechado por quienes buscan oportunidades en la región. “Tenemos una credibilidad, una estabilidad que hay que aprovechar… este es un ciclo en el que hay que estar”, señaló. Destacó que aún quedan varios años de expansión antes de que el mercado alcance un punto de madurez.
Valor a largo plazo
Martín también resaltó que sus proyectos buscan crear valor a largo plazo. “Quiero hacer proyectos que perduren con el tiempo… no solo construir y vender”, afirmó. Sostuvo que la buena gestión y administración posterior es esencial para garantizar que las inversiones de los compradores mantengan su valor con el paso de los años.
Al referirse a las características que vuelven atractivo al país, mencionó ventajas fiscales, calidad de vida y atractivos naturales. “Fiscalmente es un país interesante… y tenemos todos los clientes que quieren venir aquí a vivir”, expresó. Indicó que estos elementos hacen que el sector inmobiliario dominicano compita con mercados de renombre en la región.
También resaltó que la República Dominicana mantiene una excelente conectividad internacional, lo cual atrae a quienes buscan calidad de vida sin alejarse demasiado de los principales centros económicos. Esto, afirmó, es clave para el incremento constante de la demanda habitacional y de propiedades turísticas.
Retos
No obstante, reconoció que persisten retos, especialmente en materia de mano de obra y regularización migratoria. “Ahora mismo tenemos un problema de mano de obra, con el tema migratorio”, advirtió. Explicó que la irregularidad laboral afecta directamente la planificación y los cronogramas de entrega de las obras.
El empresario insistió en que formalizar la mano de obra sería beneficioso para todos los actores del sector, incluido el Estado. “Ojalá yo pudiese tener 100 empleados y pagar por esos 100 a la TSS… porque al final queremos aportar al país como empresarios”, declaró. Aseguró que un sistema más eficiente permitiría aumentar la productividad y mejorar los tiempos de ejecución.

