Explican un ingreso individual de RD$30,000, RD$40,000 o incluso RD$50,000 no garantiza la precalificación hipotecaria necesaria.
SANTO DOMINGO.– Adquirir una vivienda de bajo costo se ha convertido en un desafío creciente para los trabajadores dominicanos. Según expertos consultados por El Inmobiliario, el ingreso promedio de un profesional no coincide con los montos requeridos para acceder a un préstamo hipotecario destinado a este tipo de propiedades.
Los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadística (ONE), correspondientes al primer trimestre de 2025, establecen que el salario promedio mensual en empresas formales es de RD$21,825. Esta cifra se encuentra muy por debajo de los ingresos que demandan las entidades financieras para otorgar un crédito para viviendas de bajo costo.
Las propiedades clasificadas en esta categoría suelen situarse en el rango de precio de RD$5,193,655.
Según la asesora inmobiliaria Alenny Garabito, un ingreso individual de RD$30,000, RD$40,000 o incluso RD$50,000 no garantiza la precalificación hipotecaria necesaria. “Tú puedes tener un inicial, pero si no demuestras capacidad de pago, el banco no te va a aprobar un préstamo de 3 millones de pesos”, explicó.
Detalló que muchos interesados sobrestiman su capacidad real frente a los criterios bancarios. “La gente cree que porque gana 40 mil pesos ya puede comprar, pero la cuota final no les da. Si tomas 3 millones, son alrededor de 14 mil pesos por cada millón financiado”, afirmó.
Ingresos que requieren los compradores
Para optar por una vivienda de bajo costo, las entidades financieras suelen exigir ingresos combinados que superen los RD$120,000 a RD$160,000 mensuales en el caso de compras en pareja, o ingresos individuales de RD$60,000 o más para solicitantes solos. Estas cifras permiten cubrir las cuotas mensuales sin comprometer más del 35 % del salario, como establecen las políticas internas de la mayoría de bancos locales.
La especialista explica que cada caso es evaluado de forma particular, pero en la práctica, solo un porcentaje limitado de profesionales logra cumplir con estas exigencias. El salario promedio registrado por la ONE confirma una brecha considerable entre el ingreso real y el ingreso requerido.
Perfil de quienes logran comprar
De acuerdo con la agente inmobiliaria, la mayoría de compradores de viviendas de bajo costo se encuentra en un rango de edad entre 45 y 50 años, debido a que son las personas que han logrado estabilidad laboral suficiente para completar un inicial y sostener una cuota hipotecaria. En menor proporción, acceden adultos jóvenes entre 20 y 35 años, especialmente cuando adquieren en pareja o cuentan con ingresos adicionales.
Los especialistas coinciden en que la dificultad no solo radica en el costo de la vivienda, sino en la relación entre los salarios actuales y las exigencias crediticias. La tendencia indica que, para un profesional promedio, el tiempo necesario para reunir el inicial se extiende cada vez más.
Brecha creciente entre salario y precio de la vivienda
Aunque el interés en adquirir vivienda propia se mantiene alto, los ingresos formales reportados en el país han crecido a un ritmo menor que el costo de las propiedades. Como resultado, muchos ciudadanos terminan postergando su decisión de compra.
“Me llaman personas que ganan 40 o 50 mil pesos mensuales, y aun así no logran precalificar. Solo cuando son pareja y suman 60 mil o más podemos evaluar opciones viables”, indicó una especialista en ventas.
La diferencia entre el salario promedio y los requisitos bancarios se presenta como el principal obstáculo para acceder a viviendas de bajo costo, especialmente para los profesionales jóvenes y de ingresos medios.
