Indicaron que los dominicanos tienden a rechazar los trabajos de obra bruta por el esfuerzo físico que requieren.
BÁVARO-PUNTA CANA.– Ante la escasez de mano de obra haitiana en el país, ejecutivos de Dirava Construcciones y de Inversiones Canabav afirmaron que han tenido que adaptarse al nuevo panorama del sector mediante diversas estrategias.
Al ser entrevistados por El Inmobiliario, los ejecutivos indicaron que, en términos generales, el sector construcción en la zona Este se ha ralentizado debido a “un problema de mano de obra básica”, situación que ha impactado principalmente las fases iniciales de los proyectos.
“Tuvimos que adaptarnos al mercado y buscar soluciones. Nos hemos tenido que apalancar en maquinaria, que hiciera el trabajo de la mano de obra, y hemos tenido que apalancarnos en turnos más extensos para las personas que están trabajando”, explicó José Rafael Abreu, de Dirava Construcciones.
Afirmaron que la mayor dificultad se presenta en la etapa de obra gris, donde se requiere fuerza laboral para tareas como excavaciones, colocación de blocks y preparación de mezclas.
Este tipo de trabajo, realizado en un 90 % por haitianos, según comentaron, se ha visto afectado por las restricciones migratorias y los procesos de regularización que se llevan a cabo en República Dominicana.
Sin embargo, señalaron que el proceso de terminación — que es más especializado— no ha sufrido el mismo impacto dentro de este rubro.
En estas labores, como instalación de pisos, plomería y electricidad, participan tanto haitianos calificados como una importante cantidad de trabajadores dominicanos, lo que ha permitido una mayor estabilidad en esa fase de construcción.
Mano de obra dominicana versus haitiana
Los representantes de la desarrolladora desmontaron el mito de que la mano de obra haitiana es más barata que la dominicana. Recalcando, de manera contundente, que “nunca ha sido más barata”.
“Realmente se les paga lo mismo. Lo que pasa es que, inclusive, el haitiano es más problemático y más exigente. Un haitiano, por un día que tú te pases el pago, te hace un piquete. Te desbaratan la obra y te rompen cosas. Y eso causa una revuelta en la constitución”, dijeron.
Por otro lado, indicaron que los dominicanos tienden a rechazar los trabajos de obra bruta por el esfuerzo físico que requieren.
“En la zona sí hay una situación que se está resolviendo muy lentamente porque está apareciendo más obra dominicana y al final se les paga lo mismo, pero no tan rústica como la que los haitianos hacen, básicamente”, expusieron.
Como grupo empresarial, manifestaron que el Estado debe involucrarse en la búsqueda de soluciones ante la crisis de mano de obra que afecta al sector construcción, considerando que se trata de un problema general que impacta a muchas desarrolladoras.
“Estamos en espera de que algunos haitianos que tenían permiso puedan renovarlos. Pero el mayor problema que tenemos es que los mismos haitianos no tienen documentación. Entonces, como sus consulados no les dan documentos, no hay manera de solicitarles un permiso de trabajo porque no tienen identificación”, precisaron.
Durante su intervención, Jordi Díaz explicó que, en el caso particular Dirava y Canabav, han conseguido mitigar el impacto gracias a un modelo constructivo basado en formaletas, un sistema distinto al tradicional.
“Nuestro proceso es industrial. El proceso de moldeado lo hace un equipo muy reducido de personas que se mantiene permanentemente en obra, no cambia. Es con maquinaria y personal dominicano. Entonces no tenemos ese impasse que quizás tenga otra constructora que sí utiliza métodos más tradicionales”, precisó Juan Vargas.

