Ella quiere volver, comprar casa e invertir. Pero cada vez que abre el celular, el algoritmo le trae: calles y barrios anegados, carros y miserias flotando. ¿Cómo se toma una decisión cuando el sueño se empapa de dudas?
SANTO DOMINGO. – Ayer domingo Brenda Rodríguez salió temprano de su casa en New Jersey con un café en la mano y el celular en la otra. A pesar de los 9 grados disfrutó la estampa de los árboles vistiendo sus tonos cobrizos y dorados de otoño mientras iba a la estación. Tomó el tren de la Northeast Corridor Line (NEC) hacia New York Penn Station y en el camino el aire fresco empañó ligeramente las ventanas.
En su celular, entre video y video, vio desfilar imágenes de lluvias torrenciales en Santo Domingo. “Llueve a cántaros allá otra vez”, pensó ajustándose el abrigo ligero y deslizando el dedo por la pantalla. El algoritmo le repite las imágenes de hace dos semanas, con el paso de la tormenta Melissa y las de la semana pasada con los aguaceros que causó una vaguada: agua entrando por portales, carros varados -algunos flotando-, barrios convertidos en lagunas.
“Ya no importa si el barrio es clase alta, media o baja. Un día pasas un aguacero sin problemas y al otro te encuentras un río en medio de las casas con dos gotas de lluvia.” El tren avanza, pero su decisión de comprar casa parece estancada por las dudas razonables: ¿Comprar casa en un país que se inunda? ¿Invertir en medio de la incertidumbre?
También ve los videos de la gente “disfrutando” las calles anegadas como si fueran piscinas. “Qué locos están”, piensa y su memoria se va a su infancia, cuando salía en tropel con la muchachada a buscar caños y jugar en medio del aguacero. Pero la nostalgia no logra apaciguar la inquietud que le genera la viralidad de TikTok e Instagram.
“¡Ay Dios! ¿Y si no es buena idea comprar?”, piensa en voz alta.
Decisión orientada
Desde hace meses, Brenda ha leído las orientaciones que publica El Inmobiliario sobre cómo comprar casa en República Dominicana de manera segura en todos los aspectos. Ha hecho listas, ha llamado a agentes y su sueño de volver ahora está pasado por agua.
La tormenta Melissa, que dejó más de 16 puntos críticos anegados en el Distrito Nacional, le ha cambiado el algoritmo y ahora, cada vez que abre una red social, le llueven más dudas. “Las cloacas no se ven, eso no da votos”, murmura mientras el tren se desliza hacia Manhattan.
“Los ayuntamientos hacen operativos cuando llueve, pero no hay planificación. ¿Por qué a cada rato se inunda la 27, la Kennedy? ¿Por qué la Estrella Sadhalá en Santiago de los Caballeros sigue colapsando? Si voy a invertir, quiero saber que mi casa no va a flotar. No quiero comprar promesas, quiero comprar certezas«.
Brenda baja del tren en Penn Station con el mismo gesto con que se cierran las dudas: firme, pero aún pensativa. Camina por la galería comercial y entra a Paper Source. Entre libretas de todos los colores, elige una de tapa dura, sin adornos y en la primera página escribe: “Volver no es solo comprar. Es elegir con memoria, con datos y con amor por lo que quiero construir.” Le llega una notificación: llueve en Santo domingo desde anoche.
Hojea su libreta mientras repasa los nombres de barrios que ha considerado: Los Prados, Cienfuegos, zona Universitaria, Serrallés, Los Ríos, Verón. Ella, que no quiere comprar incertidumbre, empieza a buscar certezas y su congoja no es exagerada. Según los reportes del COE y medios nacionales, las zonas más vulnerables a inundaciones urbanas incluyen importantes avenidas debido a las deficiencias del drenaje, agravadas por los deshechos sólidos que se lanzan a las calles.
Brenda anota en su libreta consultar los criterios para seguir adelante con su búsqueda.
El agua que desnuda las miserias
A finales de octubre de 2025, la tormenta tropical Melissa dejó sentir su fuerza en todo el país y las lluvias provocaron el colapso del sistema de drenaje pluvial provocando inundaciones urbanas, con decenas de viviendas y propiedades afectadas, según los reportes del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), ademá de pérdidas millonarias.
Y no es un episodio aislado. Las lluvias como las de Melissa o cualquier onda tropical se repiten a lo largo del año, dejando al desnudo las vulnerabilidades que persisten en muchas zonas urbanas. “Yo quiero invertir, pero no quiero que mi casa se inunde o se me ahogue mi carro en el parqueo”, dice Brenda como si hablara con alguien.
La historia de Brenda resume el dilema de miles de dominicanos, tanto de la diáspora como residentes locales. Pero a los migrantes también les llegan atractivos videos y tentadoras ofertas de nuevos proyectos inmobiliarios, muchos en zonas hermosas, aunque poco conocidas para quienes están lejos.
“Uno ve las fotos bonitas, pero nadie te dice si el terreno se llena de agua”, dice. Por eso, más que desanimarse, Brenda decidió informarse. Y así surge esta guía práctica para comprar con cabeza fría (aunque el país esté bajo agua).
Guía para comprar casa sin que se te ahogue el sueño:
1. Consulta los mapas de riesgo
El COE y el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI) publican mapas donde se marcan las zonas propensas a inundaciones y deslizamientos. Antes de decidir, pide al vendedor o al ayuntamiento que te muestre en qué tipo de zona está el terreno.
2. Evita zonas cercanas a ríos y cañadas
Parece obvio, pero muchos proyectos se levantan justo sobre antiguos cauces o zonas bajas. Si el anuncio menciona “vista al río”, traduce eso como “alerta amarilla”.
3. Verifica la altitud y el drenaje
En ciudades como Santo Domingo o Santiago, una pequeña diferencia de nivel puede ser decisiva. Prefiere áreas elevadas o proyectos con sistemas modernos de drenaje pluvial.
4. Pregunta a los vecinos
Ninguna fuente es más confiable. “¿Se inunda esto aquí?”, suele obtener respuestas sinceras. También puedes buscar en redes sociales el nombre del sector más la palabra “inundación”.
5. Visita (o pide video) en temporada de lluvia
Si estás fuera, pide a un familiar o al agente que te grabe el lugar y los alrededores un día lluvioso. Si ves charcos que parecen lagunas, ya tienes tu respuesta.
6. Revisa las obras públicas
Los ayuntamientos y el Ministerio de Obras Públicas anuncian obras de drenaje y saneamiento. Una zona donde se están ejecutando, o planificando, proyectos de canalización suele ser más segura.
7. Considera seguros y cláusulas en el contrato
Pide incluir una cláusula que te permita desistir si se descubre riesgo de inundación no declarado, y pregunta por seguros contra desastres naturales. Porque proteger el sueño también es parte de construirlo.
¿Y ahora qué hará Brenda?
Brenda guarda la libreta en su cartera. Eran las 11:oo de la mañana y su prima le dijo que ya escampó en Santo Domingo, pero que dice doña Gloria Ceballos, la del Indomet, que seguirá lloviendo.
Ella sonríe tranquila y de pensar en el frío invierno que se aproxima, vuelve a soñar con el regreso. Por ahora, seguirá ahorrando e investigando.
“Quiero comprar, pero con datos en la mano”, se dijo. “No quisiera que mi sueño se ahogue con la primera tormenta. El regreso no es solo un acto de nostalgia, sino también una decisión informada«.

