Audiencia para conocer medida de coerción será este domingo a las 2 de la tarde.
SANTO DOMINGO.- La edificación donde funcionó el Jet Set Club fue intervenida desde el año 1994 en varias ocasiones, pero todas fueron realizadas con “total inobservancia de los reglamentos dirigidos a garantizar la calidad y la adecuada protección de los usuarios”, afirma el documento de solicitud de medida de coerción de la Dirección General de Persecución del Ministerio Público y la Fiscalía del Distrito Nacional.
El documento de 128 páginas sostiene que en el año 2010 se realizó una remodelación general, que incluyó mejoras en la infraestructura, en los sistemas de climatización y adecuaciones estéticas orientadas a la funcionalidad de la recreación nocturna.
“En el año 2014, el ingeniero José Manuel Hernández Coste, fue contactado por el arquitecto Oscar Imbert, a los fines de realizar un ensayo no destructivo en hormigón y acero, levantamiento estructural, en la edificación del Jet Set Club, presentándose en el mes de julio de ese año, donde solo pudo panear tres columnas y determinar dos zapatas, ya que al trabajo no se le dio continuidad por los responsables de contactarlo, quedando esta labor un 10% de progreso”.
En la solicitud de medida de coerción se establece que de haberse terminado el trabajo comenzado por el ingeniero Coste, se hubiese podido detectar la grave falla de la estructura, ya que el mismo implicaba el análisis de las varillas, las vigas, las columnas, las losas y el techo, en términos generales y la condición estructural de la edificación. “Pero eso no fue posible por la falta de seguimiento y de interés al respecto por parte de los hoy imputados, quienes mostraron una gran irresponsabilidad frente a una cuestión de vital importancia para la seguridad de sus clientes”, expone.
Añade que en el año 2015, se realizaron otras adecuaciones del local, las cuales incluyeron la instalación de un escenario en la parte oeste del establecimiento, sistemas de iluminación profesional, una pista de baile actualizada y nuevas áreas de bar. También establece que se acondicionó una zona VIP ubicada en un segundo nivel, además se añadieron anexos funcionales sobre la cubierta del edificio como casetas técnicas, equipos de climatización y ductos, “pero estos cambios se hicieron sin tomar en cuenta el impacto que tendrían en la estructura”.
De acuerdo al Ministerio Público, los trabajos realizados en estas instalaciones estuvieron a cargo del ingeniero Rafael Antonio Mejía Mejía, quien, por petición de Antonio Espaillat, buscó personal para labores en paredes, pisos, baños, añadir bares, ebanistería, base de la pista de baile con luces, panetes, soldaduras y construcción de la nueva área de la tarima.
“Es en estas labores que el ingeniero Rafael Antonio Mejía Mejía, se enteró que se había quitado una columna en la estructura de la discoteca Jet Set Club, debido a que le fue solicitado un herrero para realizar el pórtico de la nueva tarima.
Destaca el documento que las referidas remodelaciones, adecuaciones y ampliaciones fueron realizadas con total inobservancia de los reglamentos dirigidos a garantizar la calidad y la adecuada protección de los usuarios.
“El imputado Antonio Espaillat López, inobservó el reglamento denominado R-021, que establece que para construir, reconstruir, ampliar o de cualquier manera alterar un edificio u otra estructura privada, el propietario o el director del proyecto debe solicitar a los organismpos correspondientes la aprobación.
La solicitud de medida de coerción del Ministerio Público, resalta que en los archivos del Ministerio de Vivienda, Hábitat y Edificaciones (Mivhed), no consta ninguna solicitud relacionada con anteproyecto, remodelación o modificación estructural correspondiente al local comercial donde operaba la discoteca Jet Set.
Tampoco existen registros relativos a la presentación de planos, documentación técnica o autorizaciones de otras entidades estatales y municipales que intervienen en la verificación y revisión de obras en construcción.
“Además de lo anterior, los trabajos realizados fueron ejecutados sin ningún tipo de permisos por parte de la Alcaldía del Distrito Nacional”, señala.

